Madrugar tantísimo también, como casi todo, tiene sus ventajas, y no se limita uno a pasar sueño. Hoy en el patio hemos puesto de manifiesto el hecho disfrutando de la salida de nuestro amiguete el Sol, tanto en la plenitud de su belleza como en lo bien que nos viene a efectos prácticos.
Gracias a este astro aliado nos hemos montado una historia-teatrillo íntegramente con sombras chinescas. Imaginación al poder...
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