Esta niña con aspecto revoltoso y picarón es Paula, alegre y mañosa a más no poder. Se trata de una de las pocas (a sus 4 años) de las que ayudan en las manualidades a los pequeños de dos y tres años. Comenzó su andadura por el aula matinal el año pasado, y es uno de los claros ejemplos de evolución, ya que ha pasado de ser una niña apocada y silenciosa a ponernos las pilas a todos desde el comienzo del día. Las ocasines en que los pequeños artistas colorean dibujos que les proporcionamos los monitores, Paula siempre nos sorprende; no nos dice "quiero que me hagas una princesa", ella nos pide figuras geométricas para colorear (tiene madera de arquitecta o matemática), o nos saca la sonrisa demandando un... ¡Spiderman!
Así es Paula, orgullo de los valores igualitarios que defendemos.
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