Los educadores nunca deben olvidar una cualidad tan primordial e importante como es el afecto hacia aquellos niños y niñas que tienen en su entorno; no debemos ceñirnos a seguir una programación y unas normas, sin encontrar instantes para el cariño. Con el afecto se consigue avanzar en la motivación y la integración. Todo esto lo cuenta esta foto del profe Antonio con Irene.
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