viernes, 13 de mayo de 2011

No son gigantes, que son molinos de viento.

 
Quien haya pasado por Holanda (o quienes deseen hacerlo) saben que sus molinos se han constituido en foco de orgullo nacional y postal inevitable. 

Por eso nuestros madrugadores, tras conocer la amplia cultura holandesa, se han esforzado mucho en construir uno de papel tan bonito como el que os mostramos.

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