La semana pasada, se nos ocurrió hacer una manualidad que nos recordaba a nuestros tiempos de escuela y ha resultado ser un quehacer muy bonito y entretenido para los chicos de la matinal. Como veis en las fotos, se trata de unas vidrieras de cartulina y papel celofán, ¡y nada más! Luego, las hemos colgado en la ventana, para que por las mañanas, ya tan soleadas, la luz pase a través de ellas y llenen el aula de alegres colorines. ¿Os gustan? ¡A nosotros mucho!
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